No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios… Efesios 4:30 (DHH)
¿Sabía que sus palabras y arrebatos emocionales pueden afligir al Espíritu Santo? Pensemos en esto. Podemos ofenderlo, molestarlo y entristecerlo de acuerdo con la Biblia Amplificada.
Efesios 4 habla sobre los peligros de vivir una vida separada de Jesús. Advierte contra aquellos que son perversos, vacíos y totalmente dependientes del razonamiento lógico de sus mentes (v. 17). Dice que muchos se vuelven voluntariamente ciegos a las cosas de Dios, espiritualmente apáticos, insensibles y temerarios, y esto los lleva a disfrutar de toda forma de impureza (vv. 18–19). Sin embargo, nosotros tenemos a Jesús. Hemos sido hechos nuevos, y debemos despojarnos de nuestros hábitos y darnos cuenta de que hemos sido creados a imagen de Dios (vv. 22–24). En esta nueva forma de vivir, podemos mantener nuestras emociones bajo control.
Cuando estamos enojados, todavía podemos mantener el control de nuestras acciones. No debemos permitirnos hablar mal de los demás (vv. 26-28), solo un discurso que sea “bueno y beneficioso para el progreso espiritual de los demás” (v. 29) debe salir de nuestra boca, sin amargura, indignación, rabia, resentimiento, animosidad, peleas, calumnias, lenguaje abusivo, malicia o rencor (v. 31).
Jesús nos capacita para vivir de esta manera. Si la Biblia dice que debemos “ser útiles, y amables los unos con los otros, tiernos (compasivos, comprensivos, de corazón amoroso), perdonándonos unos a otros [fácilmente y libremente], como Dios en Cristo nos perdonó”, eso significa que estamos facultados para hacerlo. Cuando usted esté tentado a decir palabras que le duelen, pídale ayuda y Él le dará poder para hacer lo correcto.