He sido crucificado con Cristo; Ya no soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí; Y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. Gálatas 2:20 (NKJV)
Si yo compro un teléfono inteligente y nunca he tenido uno antes, ¿me beneficiaré inmediatamente de todas sus características?
No, necesito descargar las características que quiero y aprender a utilizarlas. Lo mismo sucede cuando uno se convierte en una nueva creación en Cristo al darle su vida. Para obtener todos los beneficios, usted necesita seguir descargando la Palabra de Dios en usted.
Romanos 12:2 dice que no se conformen a este mundo sino que sean transformados por la renovación de su mente. Aun cuando como creyente usted tiene una nueva naturaleza, usted necesita tener la Palabra de Dios dentro de usted. De lo contrario, va a caer en el pecado.
Si usted comienza a renovar su mente con respecto a lo que Dios dice que usted es y empieza a darse cuenta del poder que tiene en Cristo, es impresionante cómo cambiará su vida. En lugar de tratar de convertirse en algo que no es, usted comienza a convertirse naturalmente en lo que realmente es: un hijo de Dios.
Usted no está apenas sobreviviendo como una víctima de las tensiones y las tentaciones de este mundo. No es que usted necesite a Dios para salvarlo y llevarlo al cielo, lejos de este terrible planeta. ¡El cielo es impresionante, pero Jesús también vino para que pudiéramos tener y disfrutar de la vida en este planeta (John 10:10)!
¡Usted puede vivir una vida de alegría, paz, fuerza, valor y cumplimiento porque Cristo vive en usted y Él lo guía y le da poder!