Porque no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1: 7 (NKJV)
Si usted tiende a luchar con un cierto modo de pensar o emoción, es necesario que se pregunte, “¿Qué he estado plantando en esa área de mi vida?” Si usted está en medio de una situación que le hace sentir ansiedad y el temor lo está devorando, usted necesita empezara a sembrar versículos como 2 Timoteo 1:7 en su corazón. No importa lo que usted esté enfrentando, a usted no se le ha dado un espíritu de temor. ¡Esa no es su herencia! ¡Usted tiene un espíritu de poder, amor y dominio propio!
Escríbalo en una tarjeta de receta y póngalo en su bolsillo o en el refrigerador. Hágalo el protector de pantalla de su computador y el papel tapiz de su teléfono. Aproveche cada oportunidad que tenga para reflexionar en ese versículo y lograr que se siembre en su corazón. En la medida que reclame esa promesa en voz alta y se centre en ella, comenzará a ser parte de usted, y va a sorprenderse por la forma en que empieza a echar raíces en su vida. Esa creencia comenzará a vestir su mente con paz. No será algo en lo que tenga que trabajar; sólo vendrá desde dentro de usted. Usted comenzará a recoger una cosecha de paz.
Es sorprendente cuando se piensa en ello, pero ninguna de las promesas de Dios entrará en nuestras vidas si nosotros primero no creemos que así será.
Mi tarea para usted a medida que avanzamos a través de esta serie de devocionales es esta: no solo los lea y luego los olvide. Practique lo que está aprendiendo mediante la meditación en la Palabra de Dios todos los días.