Dios, que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran. Romanos 4:17 (NKJV)
Durante los últimos días, hemos estado en una serie de devocionales sobre aprender a amarse a sí mismo.
¿Porque es esto importante? Porque cuando usted crece en su conocimiento de lo que usted vale para Dios, usted comienza a confiar, respetarse y cuidarse más. Usted también comienza a creer y caminar en la autoridad que usted tiene en Cristo. Todo esto es clave cuando se trata de hacer lo que Dios lo está llamando a hacer.
Pero, ¿cómo puede usted comenzar a renovar su mente con respecto a su autoestima? Una cosa muy eficaz que puede hacer es hablar y reclamar las promesas de Dios en voz alta.
Romanos 4:17 nos demuestra este principio. En Génesis, cuando Dios miró hacia la nada, él no dijo: “No hay nada ahí fuera”. Estaría diciendo lo obvio. Él dijo: “Sea la luz”, y la luz explotó en el universo. Él crea su realidad usando palabras, y le da el poder a usted para hacer lo mismo.
Si usted se siente mal consigo mismo, no diga: “Soy inútil. No soy nadie”. Usted necesita expresar la realidad que desea, la realidad que se basa en la Palabra de Dios.
Cuando se levante cada mañana, mírese en el espejo y diga: “Soy una nueva creación en Cristo Jesús. ¡Dios me ama y me favorece! ¡Mi futuro con él es increíble! Dios siempre piensa en mí, me cuida y está creando grandes oportunidades para mí. ¡Estoy muy agradecido por esta vida que estoy viviendo!”