No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. Efesios 4:29 (DHH)
Las palabras son poderosas cuando se trata de construir relaciones. Tenemos que revisar el lenguaje que usamos, porque nuestras palabras pueden comunicar respeto o falta de él.
Algunas personas fueron educadas para decir lo que piensan, pero esto puede traer pena y dolor a las personas más cercanas. Aunque la Biblia nos enseña a decir la verdad, también dice que hay que expresarla con amor (Efesios 4:15). Siempre asegúrese de que el amor sea lo que lo motiva antes de decir algo que pueda doler.
Todos lidiamos con la inseguridad y el miedo al rechazo de alguna manera o forma, entonces, ¿por qué agregar combustible al fuego? Las críticas, las declaraciones generales y los insultos solo comunican falta de respeto y dañan relaciones. Lo mismo ocurre con los chismes, la manipulación, el sarcasmo y reírse a costa de otra persona.
Por otro lado, las palabras de aliento edifican a la gente. Cuando usted anima a alguien o le hace un cumplido sincero, le da poder.
Aprenda a recibir y a hacer cumplidos. Es posible que a usted le hayan enseñado que aceptar cumplidos conduce al orgullo, por lo que usted descarta estas palabras de aliento rápidamente y rara vez las da. Pero el orgullo viene de pensar que usted es mejor que los demás. No hay nada de malo en conocer y celebrar sus fortalezas, ¡siempre que usted respete y valore las fortalezas de las personas que lo rodean!
Al estudiar la Palabra de Dios, podemos ver lo importante que es honrar a los demás. Es muy fácil comunicar respeto a los que lo rodean dando ánimos y felicitaciones. ¡Usted siempre puede encontrar maneras de honrar a las personas, incluso cuando no está de acuerdo con todo lo que hacen!