Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando. Nuestra boca se llenó de risas; nuestra lengua de canciones jubilosas. Hasta los otros pueblos decían: “El Señor ha hecho grandes cosas por ellos”. Salmo 126:1-2
¿Sabía usted que puede alabar a Dios con la risa?
En los últimos días hemos estado discutiendo diferentes maneras de alabar a Dios. La alabanza es muy importante. Necesitamos alabar a Dios porque esto nos ayuda a experimentar la presencia de Dios, algo que necesitamos todos los días.
Hemos hablado del hecho de que podemos cantar, alabar en voz alta o hacer cualquier tipo de ruido alegre para alabar a Dios, pero a menudo olvidamos el hecho de que la risa también está en esa lista. Por ejemplo eche un vistazo al versículo de hoy. Cuando el pueblo de Dios experimentó sus bendiciones, la risa fue parte de la forma en que expresaron su alegría y gratitud, y esto trajo gloria a Dios.
Como creyentes, podemos quedar atrapados en el pensamiento legalista y religioso. A veces colocamos límites en nuestra alabanza y adoración, asumiendo que debe limitarse a cantar himnos dentro de un servicio religioso. Dios no comparte estas ideas limitantes. ¡Si él nos bendice y nos reímos y le damos a él, el crédito por esa bendición, estamos alabándolo y a él le encanta!
La risa no es irreverente y no fue diseñada por el diablo. El Salmo 2 y el Salmo 37 dicen que Dios se ríe, y Job 8:21 dice que llenará nuestras bocas de risa y nuestros labios con gritos de alegría.
Después de todo ¡La alabanza está destinada a ser disfrutada! Dios quiere que usted disfrute de las bendiciones que él le ha dado y de las personas que ha puesto en su vida.