Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida. Proverbios 4:23 (DHH)
Antes de que usted pueda experimentar un cambio, usted necesita creerlo primero en su interior.
¿Alguna vez ha conocido usted a alguien con el “toque Midas”? Las finanzas parecen ser fáciles para ellos y las oportunidades siempre están llegando a su vida. O tal vez usted conoce a personas que parecen formar relaciones fácilmente. Dondequiera que van, se encuentran con gente y crean grandes amistades.
¿Qué pasa con gente así? ¿Son solo más afortunados? No, es porque se ven de cierta manera. Ellos han desarrollado una creencia interna, ya sea a través de su crianza, por accidente o intencionalmente, y esa creencia regularmente los conecta con las personas adecuadas, las mejores ofertas o los mejores amigos. Si bien es cierto que estas personas también han desarrollado su habilidad en el área de las finanzas o las relaciones, ellos tienen éxito debido a las creencias que tienen dentro.
Entonces, ¿qué podemos hacer si no crecimos aprendiendo estas cosas sobre nosotros y el mundo?
¡Nosotros podemos desarrollar las creencias internas correctas, llevando las promesas de Dios dentro de nosotros! Cuando lo hacemos, las cosas empiezan a cambiar. De esas creencias del corazón fluyen las fuerzas de la vida, dice el versículo de hoy, lo que significa que nuestras nuevas creencias basadas en la Biblia pueden hacer que más de las promesas de Dios fluyan a nuestras vidas.
¿Qué es lo que usted más quiere para su vida? Haga el trabajo de llevar las promesas de Dios a su interior, estudiando Su Palabra, meditando en Sus promesas y reclamándolas para su vida. Con el tiempo, usted empezará a verse a sí mismo y al mundo de manera diferente, y Sus promesas comenzarán a manifestarse en su vida naturalmente.