Pienso: ¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él? Pues lo hiciste casi como un dios, lo rodeaste de honor y dignidad, Salmos 8:4-5 (DHH)
¿Alguna vez usted se pregunta, “realmente yo importo? ¿Está Dios realmente interesado en mí? Quiero decir, ¿cómo puede él realmente estar pensando en mí si soy tan pequeño e insignificante, y cuando hay siete mil millones de personas en el planeta?”
En el Salmo 8, el escritor parece estar haciéndose estas mismas preguntas. Él dice: “Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto, ¿qué es el hombre que en él pienses?” (V. 3-4). En otras palabras, él está diciendo: “Dios, eres tan increíble, impresionante y perfecto. ¿Cómo puedes estar realmente interesado en mí?”.
Luego viene el giro. Dice, “AHORA….”
A pesar de que Dios es alucinantemente increíble, Él se preocupa por nosotros. Él nos hizo “un poco menos” que él mismo. Él nos coronó con “gloria y honra”, dignidad y valor. Entonces dice: “Lo entronizaste sobre la obras de tus manos; todo los sometiste a su dominio” (v.6).
Así que… ¿usted realmente le importa a Dios? La respuesta es fuerte y clara: ¡SÍ!
Dios lo ha coronado con dignidad. Usted es digno de amor y pertenencia. Dios disfruta hablando y comunicándose con usted. A él le encanta ver cómo usted crece. Él le da poder para superar y alcanzar nuevas alturas. Y, más que nada, él quiere tener una relación con usted.