Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz. Lucas 11: 33-36 (MSG)
Nada mata la visión más rápido que la división (dos visiones). Usted puede tener varias visiones dentro de una, pero ellas necesitan alimentar a la misma visión general. Por ejemplo, si usted imagina a su familia como muy cercana y feliz, pero también se imagina a usted mismo sufriendo de dolor y enfermedad, usted tiene un problema. Usted no puede tener una visión oscura, desesperada y una visión positiva, infundida de fe al mismo tiempo.
La división sucede cuando una visión no añade nada o aminora la visión general. Por otro lado, enfocarse en una visión global trae fuerza y poder.
Lucas 11: 33-36 nos dice que no debemos esconder nuestra luz del mundo. En estos versículos, podríamos reemplazar la palabra “luz” por la palabra “visión”. Después de todo, usted solo tiene visión cuando hay luz.
Con esto en mente, estos versículos se leerían así: “Nadie enciende una visión, y luego la esconde. Está puesta a la vista para que todos puedan ver para dónde van. Si usted vive con los ojos abiertos en la maravilla y la creencia, su cuerpo se llena con una visión positiva. Si usted vive con los ojos centrados en la codicia y la desconfianza, su cuerpo se convierte en un sótano húmedo. Mantenga su visión ardiendo, de modo que usted no se vuelva mohoso y oscuro. Mantenga su vida tan llena de visión así como su habitación mejor iluminada está llena de luz.”
Al meditar en este versículo, pregúntese: “¿Cómo puedo atar mi visión para mi familia, relaciones, carrera, finanzas y salud a la visión general que Dios tiene para cada una de nuestras vidas?”.