Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.. Josué 1:8 (LBLA)
Durante los últimos dos días hemos estado discutiendo el tema de renovar la mente. Hemos hablado acerca de cómo conocer mejor a Dios y descubrir a aquel que lo ha creado para que usted tenga un cambio en su forma de pensar, sentir y actuar.
Hoy vamos a discutir una de las herramientas más poderosas que usted puede usar para renovar su mente: la meditación en la Palabra de Dios. La meditación es el eslabón perdido para muchos cristianos. Nosotros podemos leer nuestra Biblia, orar e ir a la iglesia, pero sin meditación, nada cambia mucho.
Vamos a pretender que usted tiene dificultades con la inseguridad. Naturalmente, usted buscará evidencia para justificar sus sentimientos. Usted se preguntará por qué es tan inseguro, y luego su cerebro responderá a esa pregunta. Usted podría pensar que es demasiado bajo, demasiado gordo, demasiado delgado, que no es lo suficientemente inteligente o que no le agrada a la gente, y con eso usted está justificado en sentirse inseguro.
Esto crea un ciclo repetitivo. Usted se siente inseguro, se enfoca en las cosas que le hacen sentir inseguro, y entonces se siente más inseguro. Como resultado, usted comienza a vivir en un estado de inseguridad.
Usted podría orar para que Dios elimine esa inseguridad, pero si todavía tiene problemas con esto, usted se preguntará por qué. Mientras tanto, Dios no lo ha defraudado. Simplemente usted no ha renovado su mente.
Mañana veremos un ejemplo práctico sobre cómo meditar. Para prepararse, piense en un área de su vida que le trae problemas. ¿Ha aceptado usted esa lucha como parte de quién usted es? ¿Se ha vuelto normal vivir en ese estado? Si es así, ¡es hora de renovar su mente!