Enfoquese en el resultado final

Leon FontaineEntregate

La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. Salmo 97:11 (DHH)

Todos tenemos creencias que se esconden debajo del nivel de nuestro conocimiento consciente. Estas creencias dirigen nuestras vidas. Alguien podría estar limitando su éxito financiero; otra podría estar dañando sus relaciones o su tranquilidad. Cada creencia está acompañada de su imagen correspondiente.

Si usted cree que nunca va a salir adelante económicamente, por ejemplo, su imagen del futuro será de usted mismo viviendo en el mismo nivel de vida. Usted no será capaz de imaginar que se va de vacaciones o enviando a sus hijos a la universidad. Tendrá una, imagen de pobreza, una mente llena de deudas, atrapada en su corazón.

Su corazón también puede tener creencias positivas. Como se dice en el Salmo 97:11, que usted puede tener, imágenes llenas de luz, y de alegría en su corazón. En su interior, usted puede desarrollar una imagen de alegría, prosperidad y salud.

Este nivel de creencia no tiene lugar en su mente, sucede en su corazón, que es bastante diferente. La mente es donde usted organiza y analiza. Trata de determinar los pasos para que una de las promesas de Dios se cumpla en su vida.

Su corazón, sin embargo, no se centra en el “cómo”. Sólo necesita imaginarse “lo que”. Se enfoca en el resultado final.

En la medida en que usted se imagina que las promesas de Dios entran a su vida, usted no está preocupado en cómo va a suceder. Simplemente se enfoca en lo que será su vida. Dios lo guiará y le mostrará qué acciones tomar. Mientras usted medita en sus promesas a diario, la imagen llegará a ser tan clara que con el tiempo comenzará a sentirse más real para usted que la realidad de su situación actual.