Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. Juan 14:16-17 (DHH)
¿Alguna vez ha escuchado a un predicador o leído un libro cristiano y ha sentido en su interior que algo en esa enseñanza no era correcto? Ese es el Espíritu Santo que lo conduce a la verdad.
El Espíritu Santo le ayuda a descifrar entre lo que es verdad y lo que es mentira. Primero, Él nos guía a la verdad acerca de quiénes somos en Cristo. Su enfoque principal es tener una relación con nosotros, y revelarnos la verdad de la Palabra de Dios. Mientras más le permitamos que nos guíe hacia la verdad de la Palabra de Dios, más Él puede evitar que creamos mentiras. Entonces, debido a estas poderosas verdades en nuestros corazones, Él también puede guiarnos en los asuntos de la vida.
Habrá momentos en los que usted está a punto de tomar una decisión que tenga sentido racionalmente, pero en el fondo, por alguna razón, usted simplemente no se siente bien. Este liderazgo es uno de los beneficios que el Espíritu Santo brinda a nuestras vidas, y nos ayuda en nuestras relaciones, en los negocios y en todas las áreas de la vida.
Cuando usted tenga que tomar una decisión o no esté seguro de cuál es la verdad en una situación, hable con los que son más sabios que usted, investigue y luego espere una profunda sensación de paz al respecto. A veces es posible que se sienta nervioso porque no tiene todos los detalles resueltos, pero habrá momentos en los que esté en lo correcto y usted lo sabrá en el fondo de su espíritu.