El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. Lucas 16:10 (DHH)
La mejor manera de determinar el comportamiento futuro es examinar el comportamiento pasado. Digamos que usted necesita una niñera y está considerando dos candidatas. Una de las niñas ayuda en la comunidad, trata bien a los niños de la cuadra y siempre es respetuosa. Ella tiene un gran historial.
La otra niña ha tirado botellas de cerveza a su casa, usted la ha visto a ella y a su novio drogándose y les grita a los niños regularmente. Decidir contratar a la chica responsable tiene sentido, pero ¿es eso juzgar?
Jesús nos habló de no juzgar a las personas, entonces, ¿cómo puede usted seguir Su consejo mientras se mantienen usted y su familia a salvo?
Cuando Jesús dijo: No juzguen (Mateo 7:1, DHH), Él estaba hablando de juzgar los corazones de las personas. No tenemos derecho a asumir los motivos e intenciones de las personas. Sin embargo, Jesús habló sobre un tipo diferente de juicio en Lucas 16:10—juzgar el historial. Nunca debemos juzgar a las personas; solo podemos examinar su comportamiento.
Cuando juzgamos a las personas, evitamos que todos los que nos rodean busquen apoyo por miedo a ser juzgados. Necesitamos aceptar a las personas como son. Sin embargo, nunca debemos entregar la confianza a ciegas sin buscar pruebas de que es alguien en quien se puede confiar.
Confíe solo en aquellos que han demostrado su confiabilidad. Y si alguien tiene un historial pobre, no lo descarte para siempre, pero sí pídale que establezca un mejor historial antes de confiar en él.