Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. Les dijo: —Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hablé. Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. Hechos 1:4-5 (DHH)
Hemos estado en una serie hablando sobre el nombre de Jesús, y quiero señalar algo muy importante hoy. Dondequiera que encontremos a alguien usando el nombre de Jesús en la Biblia, encontramos una persona llena del Espíritu.
En Hechos 1:4-8, Jesús les dijo a sus discípulos que no fueran a ninguna parte hasta que recibieran poder de lo alto. Siempre que usted encuentre milagros en el Nuevo Testamento, encontrará hombres y mujeres que están llenos del Espíritu. Eran personas que pasaban tiempo con Dios, orando y leyendo Su Palabra. Ellos estaban llenos del Espíritu Santo.
Mantenerse lleno del Espíritu es algo muy importante en la vida de todo cristiano. Cuando pasamos tiempo en su presencia, accedemos al poder, la alegría y la paz que se encuentra en él. Sin esto, comenzamos a sentirnos vacíos y la vida se pone difícil. Pero cuando nos mantenemos llenos del Espíritu, podemos ver los mismos problemas que todos los demás están mirando, pero estamos capacitados para mantenernos positivos debido al poder de Dios.
Permanecer lleno del Espíritu Santo significa tener acceso constante al poder de Dios. Es desde este lugar de empoderamiento que usamos el nombre de Jesús para caminar en Su poder sobrenatural y provisión, tanto en nuestra vida personal como para ayudar a los demás.