Salmo y cántico para el sábado.Altísimo Señor, ¡qué bueno es darte gracias y cantar himnos en tu honor! Anunciar por la mañana y por la noche tu gran amor y fidelidad, Salmo 92:1-3 (NKJV)
¿Está usted agradecido diariamente? Con mucha frecuencia nos olvidamos de las cosas por las cuales estamos agradecidos mientras avanzamos en nuestra vida cotidiana. No solo eso, sino que olvidamos el paso más importante que es en realidad decir gracias.
Muchos de los grandes líderes de la Biblia modelaron un hábito de gratitud. Por ejemplo, a pesar de la crónica de una multitud de luchas y dificultades, los Salmos de David mostraron un enfoque siempre sobre la alabanza, el regocijo y el dar gracias a Dios. (Ver el Salmo 92 en particular)
El apóstol Pablo es otro ejemplo. A menudo incluía una expresión de agradecimiento a las iglesias en sus cartas. A pesar de que pasó mucho tiempo corrigiendo a personas y lidiando con problemas, sus oraciones iniciales le permitieron a la gente saber que estaba agradecido con Dios y agradecido por ellos. (Véase 1 Corintios 1:4.) No digo que estos líderes estuvieran agradecidos por las dificultades que enfrentaron, pero si se mantuvieron agradecidos durante los tiempos difíciles, lo cual es increíblemente importante.
Esta gratitud también es un hábito que usted puede formar, recordando que mostrar a las demás personas su gratitud es lo que más importa. ¿Por qué? Porque le afecta tanto a usted como a ellos. La gratitud afecta positivamente a su corazón, y la persona que la recibe se siente apreciada y valorada.
La gratitud es especialmente importante si usted está trabajando en cultivar o restaurar una relación. Pídale al Espíritu Santo que le muestre cómo ser agradecido en cada situación. Luego, en la medida en que usted cultive esa gratitud en su corazón, elija también que florezca en su vida al mostrar, expresar y practicar esa gratitud todos los días.