Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza. Filipenses 4:8 (DHH)
Dios nos ordena ser optimistas.
Como discutimos ayer, una cualidad que cultiva la alegría es amar a los demás. Otra cualidad importante que cultiva la alegría es el optimismo.
Los optimistas y pesimistas ven el vaso medio lleno o medio vacío. Los pesimistas piensan que son realistas y ven a los optimistas como soñadores.
¿Pero es eso exacto? De hecho, ambas afirmaciones son ciertas. Sin embargo, elegir en qué enfocarse tiene un impacto en cómo transcurre la vida. Lo que pensamos y en lo que nos enfocamos afectará la forma cómo vivimos nuestras vidas.
Las personas que mantienen una perspectiva optimista miran las situaciones y ven lo bueno, incluso en medio de una crisis. Cuando las cosas no están funcionando, o sucede algo inesperado en el camino, se enfocan en la esperanza. Los optimistas disfrutan la vida en un grado mucho mayor que los pesimistas.
El versículo de hoy nos dice que nos enfoquemos en lo positivo en lugar de lo negativo. ¿Por qué? Porque Dios sabe cómo esto afecta a su corazón y mente y, en última instancia, a su vida y a los que lo rodean. Siempre habrá cosas a nuestro alrededor y problemas surgiendo en nuestras vidas. Si usted se enfoca en ello, se sorprenderá lo rápido que se volverá pesimista. Si usted tiene problemas con la negatividad, medite en lo que aconseja Filipenses 4:8 y haga que sus pensamientos obedezcan lo que allí se enseña.
Cuando usted sigue la dirección de Dios y elige enfocarse conscientemente en el vaso medio lleno, ¡Usted accede fácilmente a Su alegría!