Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. 1 Juan 4:18 (DHH)
Cuando se trata de miedo, este es solo meditación negativa. Es simplemente el resultado de tener una imagen negativa en su corazón.
Cuando usted continuamente imagina cosas, que usted no quiere que ocurran, todas las emociones involucradas con esa imagen, siguen su curso a través de usted. Según 1 de Juan 4:18, estas emociones le traen tormento. Sin embargo, el miedo solo puede atormentarlo si usted mantiene esa imagen llena de miedo.
Por ejemplo, si usted recibe un diagnóstico de cáncer, puede comenzar a verse acostado en una cama de hospital lleno de dolor. Puede imaginarse a su familia reunida alrededor de su cama y se preguntará qué hará su cónyuge cuando usted se vaya.
Si usted tiene miedo de perder su matrimonio, su corazón puede imaginarse a su cónyuge enojado, al salir y dejarlo solo. Cada mañana se imagina solo y destrozado; la visión parece saltar a su mente, acompañada de sentimientos atormentadores.
Usted tiene una opción. Estas meditaciones negativas intentan reemplazar las imágenes de salud, alegría, risa y todas las cosas buenas que Dios le promete, pero usted no tiene que permitirlas. Usted puede intencionalmente plantar las promesas de Dios en su mente y corazón.
Si una imagen basada en el miedo ocupa su mente hoy, no le dé oportunidad. Niéguese a hablar sobre el peor de los casos. En su lugar, piense y declare sobre cómo va a ser, cuando usted tenga todo lo que Dios dice que puede tener.