EL MEJOR REGALO QUE NO PUEDE SER GANADO

Leon FontaineEntregate

Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada; Efesios 2:8-9 (DHH) 

Con demasiada frecuencia, nosotros como creyentes tenemos dificultades para comprender que no podemos ganar nuestra salvación a través de las obras. 

Las personas legalistas y que se fijan en las reglas a menudo enseñan que necesitamos ganar la salvación y las bendiciones de Dios siendo lo suficientemente buenos, pero el problema es que esto hace que nos  centremos en nosotros mismos. Cuando continuamente estamos pensando en lo que hacemos o lo buenos que somos, estamos centrados en nosotros mismos, no en Dios, y estamos atrapados en las obras. Pensamos: “Mejor comportamiento equivale a mayor bendición”, pero esto no es una verdad bíblica. El versículo de hoy señala claramente que ningún nivel de bondad garantiza nuestra salvación, solo la aceptación y la fe en Jesús. 

En el capítulo 7 de Romanos, Pablo habla de su lucha, porque no hace el bien que quiere sino el mal que no quiere. ¡Cualquier creyente que intente ganarse la salvación o el favor se frustrará tanto como Pablo en ese capítulo!   

Usted debe ser consciente de que la salvación ya fue ganada por Jesucristo, quien pagó el precio de manera definitiva. ¡Eso es lo que lo convierte en el regalo más increíble! No necesitamos componernos, trabajar por ello o poner en orden nuestras vidas para acudir a Dios en busca de nuestra salvación. Él nos acepta exactamente como somos y en el lugar que estamos, sin excepciones. 

Jesús niveló el campo de juego cuando murió y resucitó. Él pagó la pena requerida, haciendo que la salvación estuviera disponible para cada alma viviente en el planeta, sin importar su estatura o pasado. Creer en su corazón es el único requisito para recibir la salvación y la bendición completa de Dios. ¡Jesús lo pagó todo!