La bondad de Dios te guía al arrepentimiento. Romanos 2:4 (LBLA)
Recientemente caminé por un parque donde un hombre estaba leyendo las Escrituras bíblicas a través de un altavoz. Me senté en ese parque por un tiempo y realmente quería desconectar su altavoz porque cada verso que leía era sobre el infierno.
Nadie en la multitud habló con este hombre. Se había instalado en una zona de alto tráfico del parque, pero ninguna persona se detuvo para hacerle una pregunta. De hecho, todos se salían del camino para evitarlo.
Estoy muy cansado de este tipo de enfoque porque influye negativamente en las personas que no conocen a Jesús. Debido a que algunos parecen pensar que usted tiene que abofetear a otros para que sirvan a Jesús, muchas personas tienden a creer que todos los cristianos son críticos.
Mientras tanto, Jesús nunca usó la culpa y la vergüenza para alcanzar a nadie. Él no sentó a Zaqueo, el recaudador de impuestos, para reprenderlo por su deshonestidad. Él no miró a la mujer sorprendida en adulterio con asco. Los aceptó tal como eran, y ese amor incondicional y aceptación resultaron tan poderosamente atractivos que cambiaron sus vidas de inmediato tan pronto como ellos lo experimentaron.
La mejor manera no es hacer que se sientan mal consigo mismos. Hay una forma mucho mejor de llegar a las personas: atraerlas. Después de todo, ¡eso fue lo que hizo Jesús!
Usted puede seguir el ejemplo de Jesús. Al perdonar, amar, aceptar a las personas tal y como son, usted puede darles una idea de cómo es Dios realmente. Cuando usted se acerca a la gente de esta manera, le da una nueva y refrescante mirada al cristianismo, una mirada de Espíritu Contemporáneo, y los inspira a seguir a Jesús como el amor de sus vidas.