Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. 1 Juan 4:16 (DHH)
Según 1 Juan 4:16, “Dios es amor”. Si Dios es amor, ¿cree usted que Él se ama a sí mismo? ¿Tiene Dios una visión favorable de sí mismo? ¿Se respeta a sí mismo?
De alguna manera, pensamos que está bien que Dios piense bien de sí mismo porque Él es perfecto, pero hemos creído la mentira de que el amor debe ganarse a través de un comportamiento perfecto. Esto contradice todo lo que Jesús vino a traer a esta tierra. Dios lo ama, ya sea que usted se lo gane o no. Él lo ama de la misma manera ya sea que usted esté atravesando por momentos difíciles o momentos buenos en la vida y Él quiere que usted se ame a sí mismo de la misma manera.
Muchas personas se criaron en hogares e iglesias que desalentaron el amor propio porque querían fomentar la humildad. Aunque sus intenciones pueden haber sido buenas, los niños que crecen en esta atmósfera, no aprenden a creer que son hijos de Dios especiales y queridos. Cuando estos niños se convierten en adultos, en lugar de creer que pueden ser una bendición para los demás, se encuentran pensando que, “si alguna vez descubrieran cómo soy realmente, dejarían de amarme.” Mientras crean la mentira de que el amor se gana, su capacidad para aceptar el amor y dar amor a los demás es limitada.
La confianza se gana, no podemos dar a otros ciegamente la oportunidad de aprovecharse de nosotros, pero el amor es incondicional y también es una elección.
Usted puede elegir amarse a sí mismo. No tenga pensamientos negativos sobre usted o sus capacidades, más bien, reemplace esos pensamientos con lo que Dios dice sobre usted. Cuide su salud física, mental y espiritual y nunca caiga en la mentira de que usted merece ser irrespetado.