Pues Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos a cabo. Filipenses 2:13 (DHH)
Muchas personas quieren crecer y cambiar, pero se esfuerzan y trabajan por su cuenta. El cambio puede ser realmente un trabajo duro si usted no entiende cómo Dios lo ha diseñado para cambiar. El poder y el deseo de cambiar provienen de Dios, pero usted debe dejarle terminar lo que Él comienza.
Es posible que usted desee levantarse y alejarse cuando las cosas se ponen difíciles, pero debe darle tiempo a Dios. Él quiere dar a luz algo nuevo en su vida.
Imagínese si una mujer en trabajo de parto dijera: “¡Alto! Cambié de opinión”. Algo ha iniciado que debe continuarse hasta su finalización, incluso si es incómodo. Al final, cuando usted abraza a su precioso bebé, sabrá que valió la pena.
Algo nuevo y hermoso solo puede nacer en su vida si usted permanece en el proceso. Si usted sigue estudiando la Biblia, está dejando que Dios termine su obra. ¡Cuando usted deja que Dios termine lo que Él comenzó en usted, podrá mirar hacia atrás donde antes estaba y ver cómo se ha convertido en un nuevo y mejor ser!
Aquellos que no se toman el tiempo para estudiar la Biblia ralentizan la obra de Dios. Pase tiempo con Él. Permítale seguir trabajando en usted para que Él pueda terminar lo que ha comenzado, convirtiéndolo en alguien mejor, más fuerte y más saludable que nunca.