¡Tú eres glorioso, oh Dios! ¡Eres más grandioso que las montañas eternas! Salmos 76:5 (DHH)
Dios no nos pide que hagamos cosas con excelencia para ser aceptados, Él espera que nos parezcamos más a Él. Dios hace todo con excelencia. Según el Salmo 76:4, es Su naturaleza. Y esto es lo que Dios dice acerca de usted: En cuanto a los santos que están en la tierra, ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia. (Salmos 16:3, LBLA).
¿Cuáles son los pequeños pasos que pueden llevarlo a tener más excelencia?
- Déjese corregir. No se ofenda cuando alguien lo corrija y tendrá más excelencia en todo lo que hace.
- Sacrificio por el equipo. La excelencia florece junto con una actitud que diga “Cualquier trabajo que me den, lo haré bien”. No se preocupe por ser notado; enfóquese en el bienestar del equipo y la excelencia lo seguirá.
- Revise sus motivos. La excelencia tiene que ver con el corazón. Actúe con integridad sin importar quién lo mire y siempre pregúntese por qué está haciendo lo que está haciendo.
- Deje que se extienda. Usted puede aportar excelencia a cada área de su vida, no solo a las tareas que realiza.
- Rechace “suficientemente bueno”. Tampoco olvide que la excelencia no es la perfección. Usted simplemente está haciendo lo mejor que puede con las habilidades y recursos que tiene.
La excelencia no tiene nada que ver con la aceptación, pero es una actitud que se alinea con la naturaleza de Dios. Usted ha sido creado con el deseo de crecer, sobresalir y ser más como su Padre Dios.