Él lo hizo todo hermoso y apropiado a su tiempo. Él también ha plantado eternidad [un sentido del propósito divino] en el corazón humano [un misterioso anhelo que nada bajo el sol puede satisfacer, excepto Dios] – aun cuando el hombre no puede saber (comprender, concebir) lo que Dios ha hecho (Su plan general) desde el inicio hasta el final.
Eclesiastés 3:11 (AMP)
Nunca se permita familiarizarse con lo que Dios está haciendo en su vida.
Él ha tenido su mirada puesta en usted desde antes de que naciera y tiene un destino y propósito en mente para usted. Él coloca la eternidad en su corazón, un sentido de propósito divinamente implantado trabajando a través de las edades. Todo lo que ha sucedido por generaciones, hasta ahora lo ha llevado a estar donde está: una posición inmejorable para impactar el mundo que le rodea.
Dicho esto, los dones que Dios ha puesto dentro de usted necesitan ser desarrollados.
Si le preguntara quién fue el mejor quarterback en la historia del fútbol, usted podría tener un nombre. En realidad, puede haber habido personas con mayores habilidades sentadas como espectadores en las gradas, pero nunca añadieron habilidades a ese regalo que estaba en ellos.
Hay una diferencia entre dones y habilidades. Las habilidades son algo en lo que usted trabaja; los dones simplemente están en usted. Usted está dotado. Pero, ¿desarrollará sus dones? Va a aprender a enfocarse y a manejar su tiempo? Va a aprender a trabajar con la gente? Siempre se puede seguir añadiendo habilidades a los dones que Dios le ha dado.
A medida que construye en lo que se le ha dado y lo utiliza para servir a Dios, usted puede cambiar vidas, impactar a su nación y tocar el mundo para Cristo. Usted puede reír, amar y servir a Dios con la gracia que Él da. Un tesoro que le ha sido encomendado. Usted es llamado y es bendecido!