DECLARE SALUD; RECIBA SALUD

Leon FontaineEntregate

El que tiene cuidado de lo que dice, nunca se mete en aprietos. Proverbios 21:23 (DHH)

¿Usted o un ser querido está lidiando con una crisis de salud? Al enfrentar dolencias y enfermedades, es importante saber cómo resistir palabras que son contradictorias a lo que Dios nos ha prometido.

Estuve con un ser querido en el hospital una vez cuando una enfermera vino a hacer sus controles. Aunque estoy seguro de que ella no quería hacer ningún daño, mientras sea inclinaba, dijo: “Estás mucho más enferma de lo que pensábamos”. Tan pronto como la enfermera se enderezó, yo me incliné y le dije: “No lo estás. No aceptes eso. Saldrás de aquí curada, saludable y sana”.

Ahora bien, no estoy diciendo que debamos ignorar lo que los profesionales de la salud nos dicen. Usted desea que le digan cuándo algo está mal para poder atacar el problema usando todos los medios posibles y así saber cómo declarar en contra de ello. Nunca acepte la desesperanza. No crea cuando alguien le hable de negatividad sobre su futuro.

Asegúrese de que las palabras que usted habla se alineen con las promesas de salud y curación de Dios. No diga que usted se contagia de cada gripe que aparece. No se permita creer que va a tener cáncer porque las estadísticas dicen que es probable o porque ha sucedido en su familia. No acepte todo lo que dicen las noticias; recuerde que sus titulares están diseñados para provocar miedo en usted para que siga sintonizándolos.

Como creyente, se le ha prometido salud y sanación, ¡así que resista cualquier palabra contraria a eso y reclame esa promesa!