¿DEBERÍA USTED AMARSE A SÍ MISMO?

Leon FontaineEntregate

Jesús le dijo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Mateo 22:37 (DHH) 

En general, tendemos a despreciar a las personas que piensan bien de sí mismas. Decimos cosas como: “Él cree que es el regalo de Dios para las mujeres” o “Ella es una leyenda en su propia mente”. Por supuesto, cuando Jesús nos dijo que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, no estaba hablando de ser arrogantes ni orgullosos. Sin embargo, sus creencias pueden ser sacudidas al saber que Él quiere que usted se ame a sí mismo. 

Él no estaba sugiriendo que usted se pusiera por encima de Dios. Jesús nos enseñó a amar a Dios con todo nuestro corazón y a “buscar primero el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33). 

Tenemos la idea extraña de que el amor es finito, de que solo disponemos de una cierta cantidad de amor para compartir. Sabemos que tenemos que amar a Dios y amar a los demás, lo que eso significa es que ¿debemos sacar ese amor de otro lugar? ¿Es decir que para amarnos a nosotros mismos, debemos amar menos a Dios o a los demás? 

Cuando usted realmente piensa en eso, la idea de que el amor puede acabarse es una tontería. El verdadero amor solo se acrecienta. 

Cuanto más usted ama a Dios, más ama a los demás. Aceptar el amor que otros tienen para dar solo aumenta el amor que usted tiene para dar. Y aumentar el grado en que usted mismo se ama y respeta, incrementa su habilidad para amar a Dios y servirle más efectivamente.