Sucederá que, en los últimos días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad; los hijos e hijas de ustedes comunicarán mensajes proféticos, los jóvenes tendrán visiones, y los viejos tendrán sueños. Hechos 2:17 (DHH)
Dios siempre tendrá algo para que usted haga. Usted nunca deja de servirle. Nunca llegará un momento en el que usted pueda decir: “He hecho todo lo que tenía que hacer”. Mientras usted tenga aliento, Dios tiene un plan y un propósito para su vida.
Este sentido de propósito está en su corazón, plantado allí por el Espíritu Santo. Él quiere guiarlo a ver este plan cumplido. Al pasar tiempo con Él y meditar en la Palabra de Dios, les hará saber las cosas que van a suceder. (Juan 16:13, DHH).
La gente con frecuencia llama a este proceso ver con los ojos de la fe. En lugar de enfocarse únicamente en lo que usted puede ver actualmente, no podemos verlo, sino que vivimos sostenidos por la fe (2 Corintios 5:7, DHH).
Este plan para su futuro no tiene que ser grandioso, pero debe extender su capacidad y llenarlo de entusiasmo. Y no solo estoy hablando con los jóvenes. Retírese de su trabajo si usted está listo para hacerlo, pero siempre continúe buscando más. ¡Siga yendo más allá y haciendo grandes cosas para Dios!
Este impulso de hacer más lo hará verdaderamente generacional. Usted puede ver que cada generación necesita experimentar Su presencia, y es nuestro trabajo asegurarnos de que rediseñemos la iglesia de tal manera que ellos puedan hacerla suya.
Cuando nos vayamos a casa para estar con Jesús, la próxima generación necesita hacerse cargo. Necesitamos pensar generacionalmente porque ellos son capaces de hacer más de lo que soñamos posible si se les permite pararse sobre nuestros hombros.