Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida. Proverbios 4:23 (LBLA)
Supongamos que a usted se le ha dado un diagnóstico que requiere una curación milagrosa. Usted podría quedar atrapado tratando de determinar dónde encontrará la forma de curarse y cómo ocurrirá la curación. Sin embargo, usted recibe un milagro al encontrar una promesa de Dios y mantener una imagen del resultado final en su corazón. El corazón no necesita resolver las cosas.
Proverbios 4:23 nos advierte que guardemos nuestros corazones con toda diligencia. Para proteger su corazón, usted necesita ayudarlo a mantener la imagen de la respuesta final. Usted debe protegerlo contra imágenes que sean contrarias.
Si un miembro de la familia con buenas intenciones parece dirigir siempre la conversación hacia lo negativo, debe interrumpirlo y en lo posible alejarse de él, ¡siempre que no sea su cónyuge! La “investigación” en internet también debe hacerse con mucho cuidado. ¡Usted no quiere enfocarse en el peor escenario!
Mientras usted mantiene la imagen de las promesas de Dios que llegan a su vida, su corazón se pone a trabajar para atraer el conjunto correcto de circunstancias a su alrededor para hacer que suceda el milagro. Su corazón se prepara para experimentar esa imagen.
¿En qué está usted creyendo? Mantenga una visión de esa promesa en su corazón, y todo en el planeta comenzará a moverse hacia la creación de esa visión dentro de usted.