CUIDAR SU BOCA LE LLEVA A TENER MÁS ALEGRÍA

Leon FontaineEntregate

Procuren vivir tranquilos y ocupados en sus propios asuntos, trabajando con sus manos como les hemos encargado, para que los respeten los de fuera y ustedes no tengan que depender de nadie. 1 Tesalonicenses 4:11-12 (DHH)

Los chismes pueden ser muy adictivos. Es tentador querer discutir los detalles de las vidas de los demás, porque el compartir algo confidencial, puede hacernos sentir más conectados con esa persona o grupo. Se cumple el deseo de encajar

Hemos estado en una serie sobre la alegría en este devocional, que cubre algunas de las formas en que saboteamos nuestra alegría, y participar en los chismes sin duda tiene un efecto sobre la alegría. Es posible que no lo notemos de inmediato, pero los chismes tienen consecuencias. Los chismes pueden acabar con las amistades y destruir reputaciones. A menudo nos sentimos mal con nosotros mismos después de chismorrear, y como dice Proverbios 18:8, “Los rumores son delicados bocados que se hunden profundamente en el corazón” (NTV). El chisme puede ir directo al corazón, trayendo destrucción y dolor increíbles.

Cuando compartimos rumores y detalles confidenciales con otros, nos decimos a nosotros mismos que podemos confiar en esa persona para mantener el secreto. Decimos: “Simplemente le diré a una persona”, pero le dicen lo mismo a otra persona y a otra y así sigue. El chisme tiene la manera de difundirse y siempre hace daño.

Los versículos de hoy nos alientan a ocuparnos de nuestros propios asuntos, y este es un buen consejo. No pierda su tiempo en chismes, solo le robarán su alegría (Filipenses 4:8). En lugar de eso, pídale al Espíritu Santo que le ayude a descubrir los increíbles caminos que él tiene para su vida y ocúpese de Sus buenos planes.