Cuando terminó de orar y volvió a los discípulos, los encontró dormidos, agotados por la tristeza. “¿Por qué están durmiendo?”, les exhortó. Levántate y oren para que no caigan en tentación”.
Lucas 22: 45-46
¿Qué es lo mejor que usted puede hacer cuando es tentado?
En Lucas 22, Jesús le dijo a sus discípulos: “Oren para que no caigan en tentación” (v. 40). La mayoría asumiría lo que Jesús quiso decir, “pídale a Dios que le ayude para no caer en tentación.” Como resultado de ello, cuando nos enfrentamos a la tentación, creemos que tenemos que pedirle a Dios que nos guie. ¿Sin embargo, es posible que Jesús haya querido decir algo más?
Jesús pudo haber dicho, “Si usted permanece cerca de Dios, siga hablando con él y confíe en él, entonces no va a caer en la tentación.”
Independientemente de lo que Jesús quiso decir en ese versículo, es verdad que nosotros necesitamos estar cerca de Dios para beneficiarnos de su fuerza.
En el huerto de Getsemaní antes de su crucifixión, Jesús necesitaba pasar tiempo en oración para tener la fuerza para enfrentar lo que él sabía que estaba a punto de pasar. Estoy seguro de que era tentador querer correr en dicha situación. Pero cuando Jesús oró, Dios no quitó la tentación, era tan intensa que Jesús sudó gotas de sangre mientras aceptaba la voluntad de Dios para su vida (v. 44), pero mientras oraba, algo cambió. Él se levantó de la oración, listo para asumir todo lo que estaba por venir.
Cuando usted es tentado en la vida, pase algún tiempo con Dios. Esto no significa que tenga que pasar horas y horas en oración ininterrumpida. Sólo hable con él y luego permanezca cerca de él durante todo el día. Estar en conexión con él, le da el poder de elevarse por encima de la situación.