Pero el Señor me ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.» Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9 (DHH)
Pablo se encontró en muchas situaciones increíblemente difíciles. Cuando él le pidió a Dios que eliminara un problema particularmente difícil, Dios le dijo a Pablo que Su gracia era todo lo que él necesitaba. ¡A través de esta experiencia, Pablo llegó a aceptar la ayuda de Dios de forma voluntaria porque le dio una excusa para hacer alarde de Cristo Jesús!
Como creyente, por supuesto, es importante trabajar duro, aprender y crecer en sabiduría, pero la gracia (el favor, poder y habilidad de Dios) es la base de todo. Si usted no cree que tiene Su habilidad y poder, la vida se hace difícil. Usted intenta hacer lo que cree que Dios quiere que usted haga, pero no experimenta Su poder para hacerlo.
Vivir sin la gracia de Dios es como tratar de conducir su auto sin gasolina. Es posible que usted pueda hacer que su automóvil vaya del punto A al punto B sin gasolina, pero se necesita empujar mucho y de un gran esfuerzo para que eso suceda. ¡Mantenerlo con gasolina hace que su vida sea mucho más fácil!
Usted puede aprovechar Su poder y habilidad cuando usted cree. Sin esta confianza, la vida se vuelve difícil. Se requiere de mucho esfuerzo y los resultados aún no están garantizados.
Si usted ha podido arreglárselas con sus propias habilidades, puede que tenga dificultades para confiar en la gracia de Dios. Pero sin importar lo maravilloso que usted sea, usted necesita a Dios. Cuando usted se encuentre en una situación en la que nada en su capacidad parece estar funcionando, confíe en que Dios lo ha fortalecido.