Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes. Efesios 6:13 (DHH)
De acuerdo con Efesios 6:10-18, nosotros como creyentes podemos ponernos la armadura de Dios: el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, los pies calzados con el evangelio de la paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación, la espada del Espíritu y la oración. Cada pieza de armadura representa un sistema de creencias de la Palabra de Dios que necesitamos renovar en nuestras mentes para que podamos ser fuertes durante las pruebas de la vida.
Pero incluso si permanecemos en la fe durante tiempos difíciles, no significa que superaremos esa situación en un abrir y cerrar de ojos. A veces tenemos que ir despacio y con buena letra, lo que se siente como un tiempo muy largo. Ahí es cuando la paciencia es más poderosa.
Es fácil permanecer en la fe por un corto tiempo, pero cuando la tormenta continúa, el miedo y la duda amenazan con colarse. Necesitamos paciencia, lo que significa que debemos esperar con una expectativa positiva.
Tal vez usted ha estado creyéndole a Dios por una familia. Después de años de intentar, finalmente está embarazada, pero ahora los médicos le están diciendo que puede haber algo malo. O tal vez finalmente pudo ahorrar lo suficiente para comenzar ese negocio que siempre había soñado, pero problemas con uno de sus mayores contratos amenazan con hacerle cerrar.
¡No se rinda ahora! Mantenga el escudo de la fe. Espere en esa expectativa positiva al reclamar lo que se le prometió en la Palabra de Dios. Manténgase firme, porque las promesas de Dios son suyas.