Cree su Futuro

Leon FontaineEntregate

Jesús dijo también: «Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.» Mark 4:26–29 (DHH)

La mayoría de la gente piensa que la forma de hacer cambios en sus vidas es orar por ellos. Por ejemplo, piensan que, si usted quiere tener relaciones más cercanas, mejor salud o más libertad financiera, simplemente debe pedirle a Dios. Aunque la oración es esencial, esta creencia en realidad no es del todo precisa. Jesús enseñó que la forma de crecer es utilizar el principio del tiempo de siembra y cosecha.

Si usted quiere que su vida produzca grandes cosas, debe entender cómo funciona la Palabra de Dios. Es como cultivar un jardín. Usted debe seguir ciertos principios para que las plantas crezcan. Por ejemplo, usted no puede plantar semillas de calabaza y esperar maíz. Del mismo modo, si usted quiere cosechar una promesa que se encuentra en la Palabra de Dios, debe plantarla.

Jesús nos enseñó que Su Palabra es nuestra semilla. Cuando meditamos en Sus promesas y estamos de acuerdo con lo que ellas dicen y las reclamamos verbalmente para nuestras vidas, ellas alteran nuestro futuro. En la medida en que esas promesas cambian lo que creemos en nuestros corazones, ocurre algo increíble. Comenzamos a cosechar lo que hemos plantado.

Un jardinero puede predecir su futura cosecha por lo que ha plantado en su jardín. Del mismo modo, usted puede predecir lo que tendrá en su futuro por las promesas de Dios que ha plantado en su corazón.

No espere una emergencia en sus relaciones, finanzas o salud. Cree su futuro plantando con anticipación.