Corazones Enfocados en Sí Mismos

Leon FontaineEntregate

Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero los negocios de la vida presente les preocupan demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto. Marcos 4:18-19 (DHH)

Según la parábola de Jesús sobre el sembrador, hay cuatro tipos de actitudes del corazón que podemos tener hacia la Palabra de Dios. En los últimos tres días, hemos discutido los corazones Saltadores de Cercas y de Baja Tolerancia al Dolor. Hoy hablaremos sobre el tercer tipo que nos impide recibir lo mejor de Dios en nuestras vidas: el corazón Enfocado en Sí Mismo.

La parábola de Jesús compara este tipo de corazón con uno que está lleno de maleza. La semilla se planta y crece, pero la maleza la ahoga antes de que tenga la oportunidad de producir. Él da tres ejemplos de malezas que pueden ahogar las promesas de Dios en su vida:

1. Las Preocupaciones de esta vida. Si usted tiene una relación con Jesús, pero no tiene tiempo para Dios o la iglesia, ¿está permitiendo que el estrés de la familia, el trabajo, la casa, el automóvil, la cabaña, los deportes u otras cosas sean más importantes?

2. El engaño de la riqueza. La riqueza no impide que la Palabra de Dios sea plantada en su corazón. Pero lo que sí es mentira, es pensar, que si usted tuviera más dinero sería más feliz. Eso lo hace estar demasiado enfocado en el dinero.

3. El deseo de otras cosas. Nosotros podemos estar tan ocupados en la búsqueda de tener más cosas que dejamos a Dios a un lado. En realidad, ponerlo a Él primero es la clave para obtener lo que queremos (Mateo 6:33).

Cuando usted observa estos tres tipos de malezas, hay un denominador común. Todos son deseos egocéntricos. ¿Está usted poniendo a Dios primero o tiene maleza que arrancar?