Las palabras tienen poder en cuestiones de vida o muerte, y aquellos que las aman van a saborear sus frutos. Proverbios 18:21 (VOICE)
¿Usted habla positivamente acerca de sus relaciones, salud, carrera y finanzas? ¿Qué está usted declarando? Porque de acuerdo a nuestro versículo de hoy, sus palabras tienen poder, una clase de poder de vida y muerte.
No estoy diciendo que las palabras negativas se ciernen sobre usted como una especie de maldición. Y hablar la Palabra de Dios no es como invocar algún tipo de hechizo mágico. En alto grado, el poder de las palabras tiene que ver con la influencia que tienen sobre sus creencias.
Tampoco estoy diciendo que usted no puede hablar de los problemas que enfrenta. Solo no hable de ellos de una forma negativa, algo así como sintiéndose derrotado. Y mientras que usted hace todo lo posible para solucionar los problemas, continúe reclamando las promesas de Dios para su vida. Cuando lo haga, esas palabras le ayudarán a creer, ¡y luego usted va a recibir!
Forme nuevos hábitos sobre la forma como usted habla de su vida. Por ejemplo, no diga cosas como: “Estoy tan cansado todo el tiempo. Creo que me estoy haciendo viejo y tengo que aceptarlo.” Joel 3:10 dice, “diga el débil: Yo soy fuerte” (NVI), por lo que necesita estar diciendo: “¡Estoy sano y fuerte en el nombre de Jesús!”
Si usted está enfrentando algo difícil, no diga: “Esta situación nunca va a cambiar.” Lucas 1:37 dice: “Porque con Dios no hay nada imposible” (NVI). Tiene que estar diciendo, “En este momento, esta situación puede parecer imposible, pero sé que ¡nada es imposible para ti, Padre! ¡Gracias por darme la sabiduría que necesito!”
Asegúrese de que con las palabras que dice construye las creencias que desea.