Pero a todos los que le creen y lo aceptan, les dio el derecho de ser llamados hijos de Dios. Juan 1:12 (NLT)
En el libro de Hechos, los discípulos caminaban con confianza. Ellos no se preocupan por el futuro o se preguntan si Dios estaba enojado con ellos. Estaban completamente seguros de su posición con Él, y fueron tocados con el poder que tenían como hijos de Dios.
Usted puede caminar en esta misma confianza. No es arrogancia; se trata de una confianza en Dios. ¿Cómo es esta confianza?
Se trata de ser capaz de disfrutar de las personas a su alrededor, sin compararse con ellas. Es tener la libertad para celebrar el éxito de los demás sin sentirse celoso. Es el poder mantener la calma incluso en las peores batallas porque sabe que Dios está con usted y usted va a llegar a la cima.
Las personas que tienen esta confianza pareciera como si nunca tuvieran tiempos difíciles. Se podría pensar, que la única razón por la que se sienten tan seguros se debe a que todo en su vida va bien. En realidad, es todo lo contrario. Todo en su vida va bien ya que se sienten bien consigo mismos.
Usted tiene que entender este punto! Usted necesita unir su autoestima a su relación con Dios. Cuando lo hace, todo a su alrededor va de la manera correcta.
Cuando tenga problemas, podrá confrontar a la gente y manejar el tema. Debido a que no siente que tenga que competir con alguien, estas interacciones se resolverán de la manera correcta. Y todo es debido a que su autoestima no viene de sentirse mejor que cualquier otra persona o de sus logros. Se trata de lo que Dios piensa de usted.
¿Dónde obtiene su autoestima? Está relacionado a lo que se dice de usted en la Palabra de Dios y que desarrollará una confianza inquebrantable!