Todo lo que yo temía, lo que más miedo me causaba, ha caído sobre mí. Job 3:25 (DHH)
¿Cómo se siente usted hoy? Es una pregunta difícil de contestar, porque los sentimientos pueden cambiar a cada minuto, y a menudo son confusos. De hecho, muchas de nuestras emociones son una fachada.
Por ejemplo, con frecuencia desconocemos cuando estamos teniendo miedo. El miedo no siempre se siente como terror. Puede manifestarse como una ansiedad de bajo grado, o puede enmascararse con otras emociones como la depresión, el malhumor, la ira o la infelicidad.
La vergüenza, la ira, la pena y la condena también tienen sus raíces en el miedo. Por otro lado, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la gentileza y el autocontrol tienen su raíz en el amor.
En los próximos días, hablaremos de seis miedos mortales que enfrentamos y cómo podemos superarlos. El miedo es algo que todos debemos enfrentar toda la vida porque puede llevarnos por mal camino. Job 3:25 nos enseña que lo que tememos puede venir a nuestras vidas. Si nos concentramos en nuestros miedos y les permitimos manejar nuestra vida, podemos tomar decisiones que nos lleven a obtener aquello que tememos. Por otro lado, en la medida en que lleguemos a la raíz de estos temores y comencemos a enfocarnos en quiénes somos en Cristo, lo superaremos.
El miedo siempre va a presionarlo, pero usted puede elevarse por encima de él. Como creyente, usted tiene el poder de vencer sus miedos, porque 2 Timoteo 1:7 dice que no nos ha sido dado un espíritu de miedo, sino de poder, amor y una mente sana. Usted tienes la alegría, la paz y el amor de Cristo, lo que significa que usted tiene la capacidad de vivir una vida llena de emoción y esperanza para el futuro.