Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, preguntaron a los discípulos:—¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores? Marcos 2:16 (DHH)
Cuando usted lo piensa, las relaciones son lo más importante en la vida, ya sea que hablemos de su relación con Dios o con otros. Sin embargo, las relaciones no se construyen solas. Se requiere trabajo y habilidad para desarrollar excelentes relaciones.
En los próximos días, vamos a hablar sobre una habilidad fundamental para las relaciones: la habilidad de poder juzgar correctamente.
Esta habilidad es muy importante porque cuando juzgamos a las personas incorrectamente, ellos lo sienten de inmediato, y esto hace que se alejen. Para construir matrimonios y familias que sigan creciendo, necesitamos evitar nuestra tendencia a juzgar.
El problema es que el juicio es tan común en nuestro mundo que no siempre nos damos cuenta de que estamos cayendo en él. Como cristianos, sabemos que ciertos comportamientos y estilos de vida contradicen los principios de Dios, por lo que no estamos seguros de cómo comportarnos con personas que eligen ignorar los caminos de Dios. Si aceptamos a estas personas en nuestro mundo, ¿estamos tolerando su comportamiento? Por otra parte, si los rechazamos, no nos comportamos como Cristo, porque a menudo los fariseos lo criticaban por confraternizar con los pecadores.
En los próximos días, espero aclarar algo de esta confusión y explicar por qué debemos ser más receptivos a los demás, tal como lo fue Jesús. Hablaremos sobre cuándo es apropiado juzgar y cuándo no, pero para hoy, solo quiero que usted empiece a pensar en los “recaudadores de impuestos y pecadores” en su mundo. ¿Qué puede usted aprender del ejemplo de Jesús?