Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, dice el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 (NKJV)
En los últimos días hemos estado hablando de la meditación bíblica, que es el eslabón perdido para muchos creyentes.
La Palabra de Dios tiene el poder de cambiar nuestras creencias más profundas. Cuanto más alineemos estas creencias con las verdades bíblicas, más comenzaremos a experimentar las increíbles promesas de Dios en nuestras vidas. La clave es tomar el tiempo para meditar, pensar en las promesas y principios que estamos leyendo en la Biblia. Cuando lo hacemos, la Palabra nos revela expectativas poco realistas que tengamos y creencias incorrectas, y cuando las reemplazamos con las promesas y la Palabra de Dios, los resultados son asombrosos.
¿Cómo funciona esto exactamente? Bueno, digamos que usted está leyendo el versículo de hoy.
Usted podría preguntarse: “¿Mis creencias se alinean con esta verdad?”
Si usted ha sufrido una tragedia o está tratando con la enfermedad y se ha estado preguntando si Dios envió este problema para castigarlo o para enseñarle algo, esa creencia está en conflicto directo con esta escritura.
Dios tiene un buen plan para su vida. ¡Sus planes siempre son buenos!
El futuro que Dios tiene en mente para usted está lleno de esperanza, paz y bondad, así que ¿cómo cambia esto sus expectativas? Bueno, usted puede esperar curarse, si está padeciendo una enfermedad. Usted puede esperar fuerza y empoderamiento para superar cualquier problema que esté enfrentando. ¡Usted puede esperar Su ayuda mientras crea una vida llena de amor, grandes relaciones, cumplimiento y propósito!
La meditación bíblica implica que las verdades de la Palabra de Dios penetren profundamente en su corazón y luego debe permitir que las promesas de Dios cambien sus expectativas para el futuro. ¡Pruébelo hoy!