Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12 (DHH)
Me entristece cuando los cristianos buscan desesperadamente respuestas a los problemas que enfrentan, sin darse cuenta del poder que todos tenemos dentro de nosotros para renovar nuestras mentes en la Palabra y ver resultados increíbles.
Ahora, estoy a favor de leer libros seculares sobre diferentes temas, desde tipos de personalidad y psicología hasta liderazgo y administración. Pero cada vez que encuentro cosas que funcionan, estas funcionan porque se alinean con la asombrosa Palabra de Dios.
¿Cómo es renovar nuestras mentes en la Palabra? Tal vez esta analogía ayude. Hace años, nuestra familia se mudó a una nueva casa que aún no tenía jardín, así que busqué algunos consejos sobre cómo hacer que el pasto creciera rápidamente. Me dijeron que plantara una mezcla de semillas de césped que contenía dos tipos de semillas. El primero era un tipo que crecería rápidamente pero no se vería bien a largo plazo. El segundo tardaría mucho más en establecerse, pero duraría y comenzaría a asfixiar al pasto más débil hasta reemplazarlo por completo.
Esto me hace acordar de la Palabra de Dios. En la medida en que usted la coloca en su corazón, no tiene que preocuparse por desenterrar las falsas creencias que tiene, y usted no tiene que psicoanalizarse hasta más no poder. Solo siga construyendo su relación con Dios y continúe meditando sobre la verdad, y entonces cualquier mentira que usted crea será sofocada. Es un proceso gradual, pero en poco tiempo, usted podrá mirar hacia atrás y se dará cuenta de lo lejos que ha llegado.