Que Cristo viva en sus corazones por la fe, y que el amor sea la raíz y el fundamento de sus vidas. Y que así puedan comprender con todo el pueblo santo cuán ancho, largo, alto y profundo es el amor de Cristo. Pido, pues, que conozcan ese amor, que es mucho más grande que todo cuanto podemos conocer, para que lleguen a colmarse de la plenitud total de Dios. Efesios 3:17–19 (DHH)
Muchas personas gastan tiempo y esfuerzo para verse bien físicamente, pero hay un lado emocional al que debemos prestar atención. No estoy hablando de su máscara pública, la cara que usted pone cuando todos están mirando.
El atractivo emocional viene de lo profundo.
Aquellos que se vuelven emocionalmente poco atractivos (irritables, gruñones e infelices todo el tiempo) se preguntan cómo sucedió. No empezaron su vida de esta manera, pero con el tiempo se encontraron en esta dirección.
Una posible explicación es la siguiente. Cuando usted trabaja toda su vida tratando de obtener algo que puede tener libremente, se siente miserable. La gente hace todo tipo de locuras por amor. Intentan ganárselo… pero Dios lo da gratuitamente. Cuando usted le da su vida a Jesús, comienza una relación increíble con Dios. Su amor eterno y su completo compromiso son suyos. En la medida en que usted trabaja para ser mejor, Él es como un padre orgulloso que lo ama y celebra los pasos que usted ha dado.
Este amor incondicional no se gana. No amo a mis hijos porque sus habitaciones estén limpias. Es un regalo gratuito que expreso todo el tiempo. Las personas emocionalmente atractivas no hacen que las personas se ganen su amor. Tampoco tratan de ganarse el amor de Dios porque es un regalo gratuito.
Si usted quiere ser más atractivo emocionalmente, aprenda a aceptar el amor que Dios da libremente… y aprende a amar como Él ama.