Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía y redentor mío. Salmos 19:14 (LBLA)
¿Alguna vez ha decidido hacer cambios en su vida, solo para abandonar unas semanas después?
Tal vez decidió reducir sus deudas, mejorar las relaciones, recuperarse o superar una adicción, pero solo logró un cambio temporal.
Esto puede deberse a que se centró solo en hacer cambios de actitud o comportamiento. Si desea un cambio permanente, debe profundizar. Comience con su corazón.
Su corazón es similar a la tierra; crece todo lo que se plante en ella. La tierra no puede diferenciar entre un árbol frutal y maleza. Ambos crecerán. Del mismo modo, en su corazón crecerá lo que usted plante. Si usted está descargando en su corazón puntos de vista pesimistas con respecto a la situación del mundo, o lee cosas que van en contra de Jesús o de su iglesia o escucha chismes para sentirse bien, está plantando cosas en su corazón que cambiarán lentamente la trayectoria de su vida para empeorar.
Por otro lado, cada momento que usted pasa estudiando la Palabra de Dios, está cambiando la trayectoria de su vida para mejorar. Cuanto más usted aprenda la verdad sobre su verdadera identidad en Dios, menos creerá en viejas mentiras que han dañado su autoestima.
Si bien es bueno establecer metas y perseguir una vida de excelencia, recuerde cambiar de adentro hacia afuera. Comience con su corazón. Cámbielo plantando la Palabra de Dios en su interior y abrace una vida llena de oportunidades y de asombroso potencial.