Sólo una cosa he pedido al Señor, sólo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. Salmo 27:4 (DHH)
Algunas personas parecen enfocarse más en conocer a Dios que en desarrollar una relación personal con él. Mientras tanto, Jesús vino a este planeta para darles a las personas la oportunidad de tener una relación personal con nuestro amoroso Padre Dios, una relación que puede desarrollarse a través de la meditación bíblica.
Si usted es nuevo en esto, al principio podrá parecer difícil pasar un momento tranquilo con Dios, pero pronto comenzará a notar la diferencia que esto hace en su vida. Las decisiones serán más claras. Usted tendrá una paz que nada podrá interrumpir. Las cosas que solían presionarlo ya no le molestarán tanto. Usted comenzará a valorar las cosas que comenzó a dar por sentado. Todo esto no viene instantáneamente de hacer la oración correcta; proviene de pasar un momento de tranquilidad con Dios, día tras día, simplemente meditando en Su Palabra.
En mi tiempo tranquilo con Dios, nunca escuché una voz audible, pero no tengo dudas de que Él me habla. Él podría darle una impresión sobre algo o un sentido de qué dirección tomar. Él le habla a su espíritu interno y le da la paz que usted necesita para caminar en cada situación. Él le muestra cómo evitar problemas y la mejor manera de bendecir a las personas que lo rodean.
Si usted aún no lo ha hecho, desarrolle el hábito de pasar tiempo con Dios todos los días, meditando en Su Palabra, gracia, amor, bondad, protección y provisión. ¡Los beneficios son increíbles! En poco tiempo, usted se preguntará por qué no comenzó antes.