Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu Santo. Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, nos dará la vida eterna. Judas 20-21 (DHH)
¿Alguna vez se ha enfrentado a la duda, la decepción, el cansancio o el agotamiento?
Es común luchar contra estos sentimientos, pero como creyente, ¡el Espíritu Santo lo capacita para vencer! De hecho, los versículos de hoy hacen una conexión interesante entre la fe, el amor y la oración en el Espíritu Santo.
Cuando usted aprende a fluir con el Espíritu de Dios, desarrolla un amor por las personas que no se basa en lo que hacen por usted o en lo que son. Es un amor incondicional, el tipo de amor que nos motiva a ayudar a personas que ni siquiera conocemos, y esto proviene del Espíritu de Dios que está en su interior.
De hecho, cuando usted aprende a fluir con el Espíritu de Dios, a usted no le importa ser usado. Algunas veces oramos, “Oh Señor, úsame”, pero cuando ministramos a los demás y no nos sentimos apreciados, decimos: “Me siento usado”. Cuando permanecemos en sintonía con el amor, el Espíritu Santo nos capacita para dar a los demás, podemos mantenernos con energía mientras le servimos. Él nos autoriza a permanecer en la fe mientras permitimos que trabaje a través de nosotros.
Si siente que se han aprovechado de usted, cansado o agotado, dirija su atención al Espíritu Santo. Tómese un tiempo ahora mismo para orar y adorar. Usted no puede ser quien Dios quiere que sea o hacer lo que Dios quiere que haga sin Él, así que acuda a Él para obtener el poder y la energía que necesita.