Cristo nos rescató de la maldición de la ley haciéndose maldición por causa nuestra, porque la Escritura dice: «Maldito todo el que muere colgado de un madero.» Esto sucedió para que la bendición que Dios prometió a Abraham alcance también, por medio de Cristo Jesús, a los no judíos; y para que por medio de la fe recibamos todos el Espíritu que Dios ha prometido. Gálatas 3:13–14 (DHH) Si usted tiene una relación con Jesús, Él lo ha salvado de una vida de derrota. ¡Él hace posible una vida bendecida! Con Su muerte, Jesús pagó por todos nuestros pecados. Él tomó el castigo que merecíamos para que no tuviéramos que soportar la maldición que acompaña al pecado. Ahora toda promesa en la Biblia es nuestra. …

Ahora pues, como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado. Porque él dice en las Escrituras: «En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.» Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación! 2 Corintios 6:1–2 (DHH) En los últimos días, hemos estado discutiendo las preguntas comunes que surgen sobre la fe cuando leemos una promesa de la Palabra de Dios. Cuando nos encontramos con algo que Dios nos ha prometido, primero debemos responder a la pregunta: “¿Es esta, una promesa para mí?” En segundo lugar, debemos responder: “¿Dios cumple Su palabra?” Si usted se perdió los últimos dos devocionales, yo lo …

No romperé mi alianza ni faltaré a mi palabra. Salmos 89:35 (DHH) Hay tres preguntas comunes con respecto a la fe que surgen cuando leemos una promesa de la Palabra de Dios. Primero, debemos responder la pregunta: “¿Es esa, una promesa para mí?” Ayer repasamos varias escrituras que muestran por qué usted califica para cada promesa de la Biblia. Hoy cubriremos la segunda pregunta, “¿Dios cumple Su palabra?” Dios nunca se retracta de Su Palabra. Números 23:19 (NTV) dice: Dios no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión. Si Dios dice algo, Él lo cumplirá. Las palabras de Dios son eternas. Algunos dirían que los milagros terminaron con el libro de Hechos, pero las promesas de Dios no tienen una fecha de …

… dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz. Colosenses 1:12 (LBLA) Cuando leemos una promesa en la Palabra de Dios, tendemos a preguntarnos: “¿Es esta la promesa del Padre para mí?” Satanás tratará de plantar dudas en usted, al hacer que usted se pregunte si califica. Es uno de sus trucos más antiguos. Cuando usted lee las promesas del Antiguo Testamento, encuentra que muchas de ellas tienen condiciones. Por ejemplo, cuando lee Salmos 84:12 (DHH), la primera pregunta que puede surgir en su mente es “¿Estoy libre de culpa?” Al instante, su mente se vuelve hacia todas las cosas que usted ha hecho mal. ¡Recuerde que Jesús dijo que incluso pensar en cometer pecado o …

Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Hebreos 10:35–36 (LBLA) Supongamos que hago una promesa de dar $50 a cada miembro de un grupo. Antes de venir a mí para reclamar su dinero, usted tendría que averiguar si es parte de ese grupo. Usted querría determinar si califica, preguntando: “¿Es la promesa de Leon para mí?” ¿Qué pasa si el grupo del que hablo es cada persona que lee este devocional? Al instante, se daría cuenta de que califica para el premio de $50. Naturalmente, su siguiente pregunta sería: “¿Leon cumplirá su palabra?” Si usted descubre que mi palabra es buena, usted tendría la …