Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros. Gaénesis 12:2 (DHH)
Usted es bendecido. Según las estimaciones hechas por el Banco Mundial en 2002, tener un ingreso que esté por debajo del promedio en América del Norte todavía significa que usted está en mejores condiciones que dos tercios de la población mundial. Incluso si todo lo que usted posee vale solamente $2200, usted es más rico que la mitad del mundo.
Independientemente de nuestras luchas cotidianas e incluso en tiempos de crisis, tenemos mucho que agradecer. Dios ha bendecido a cada uno de muchas maneras y por la misma razón él bendijo a Abraham: para ser una bendición (Génesis 12:1-3). En 2 Corintios 9:11, Pablo dijo: “Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.” Las bendiciones están para fluir; no sólo a nosotros, sino a través de nosotros.
La generosidad implementa la ley de siembra y cosecha (Gálatas 6: 7-8). Jesús lo dice así: “Den, y se les dará: se les echara en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”. Lucas 6:38
Esta semana, concéntrese en aquello por lo cual está agradecido, confiando en que Dios cumplirá su promesa de satisfacer sus necesidades. ¡Busque maneras de ser extraordinariamente generoso en su vida cotidiana!