Él contestó: —¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen! Lucas 11:28 (DHH)
¡Aprender a ser dirigido por el Espíritu Santo es increíblemente emocionante y gratificante!
El Espíritu Santo le puede mostrar cosas que no tendría forma de saber de otra manera. Él puede trabajar a través de usted para llevar curación a otros, dar dirección e inspirar la fe que sería imposible que tuviera por su cuenta.
Hemos estado discutiendo cómo podemos entrenarnos para escuchar al Espíritu Santo con mayor claridad, y hasta ahora hemos cubierto dos maneras: 1) Meditar en la Palabra de Dios y 2) Desarrollar una amistad íntima con el Espíritu Santo. Hoy vamos a hablar de una tercera forma: obedezca al instante.
La clave de la formación es la consistencia. Si usted castiga a un niño por algo y luego que lo vuelve a hacer usted se ríe, se termina con un niño confundido. De manera similar, si usted elige escuchar la Palabra de Dios, sólo a veces, se confunde a sí mismo. Por otro lado, si usted elige constantemente seguir su camino, usted entrena a su espíritu para escuchar al Espíritu Santo. Usted tomará decisiones de manera más rápida y fácil.
Cuanto más usted responda al Espíritu Santo, más él le dará para que usted haga. Tenga en cuenta, sin embargo, que él lo ama no importa lo que haga. Usted no lo obedece para ganarse su amor. Usted lo sigue, GRACIAS a su amor… y porque usted lo ama.
Si usted quiere aprender a ser dirigido por el Espíritu Santo, actúe bajo su orientación de inmediato. Usted puede probar su guía con cautela de una manera natural, que no llame la atención. Donde quiera que vaya, sólo permanezca abierto al Espíritu Santo mientras continúa mostrando amor, aceptación y respeto a la gente que encuentra.