AFERRÁNDOSE A LA FE EN TIEMPOS DIFÍCILES

Leon FontaineEntregate

Eliseo le preguntó:—¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Ella le contestó: —Esta servidora de usted no tiene nada en casa, excepto un jarrito de aceite. 2 Reyes 4:2 (DHH) 

Dios diseñó a las mujeres para ser fuertes, y mientras nos preparamos para celebrar el Día de la Madre, quiero aprovechar esta oportunidad para resaltar esta fortaleza. 

Ayer comenzamos a discutir la historia en 2 Reyes 4 donde una viuda acudió al profeta Eliseo en busca de ayuda porque el acreedor de su esposo amenazaba con llevarse a sus dos hijos como esclavos. Cuando Eliseo le preguntó qué le quedaba, ella respondió que todo lo que tenía era un poco de aceite. 

Dios le habló a esta mujer por medio de Eliseo y le dio instrucciones de pedir prestadas vasijas a todos sus vecinos, tantas como pudiera. Entonces, una vez que hubiera reunido las vasijas, comenzaría a verter el aceite que tenía en las vasijas prestadas. 

El aceite no dejó de fluir hasta que todas las vasijas que tenían se llenaron. Luego pudo vender todo el aceite, pagar sus deudas y vivir de lo que le quedó. Esta es una historia fascinante, porque muestra la fortaleza de una mujer en crisis que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger a sus hijos. A pesar de su miedo y desesperación, ella respondió con fe. 

Podemos aprender mucho de esta mujer. Es increíble cómo el miedo puede hacer que dejemos de creer en lo milagroso y dejemos de creer que el favor de Dios está sobre nosotros. Sin embargo, este no tiene que ser su caso, porque su perspectiva, sueños, esperanzas y aspiraciones son importantes para Dios. Él colocó todo esto en usted por una razón. ¡No se aleje de Sus promesas!