Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios. Y puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, puesto que sufrimos con él para estar también con él en su gloria. Romanos 8:16-17 (DHH)
En los últimos días, hemos estado discutiendo cómo podemos sacar y reemplazar las creencias erróneas en nuestros corazones.
Hemos hablado acerca de estudiar quién Dios dice que somos en Cristo y la importancia de rechazar mentiras y reclamar las promesas de Dios en voz alta, en tiempo presente. Hoy cubramos otro punto importante cuando se trata de superar las creencias erróneas: debemos actuar sobre la verdad que descubrimos.
Tal como a todos nos ha pasado, probablemente usted haya escuchado mensajes negativos sobre usted. Tal vez ha llegado a creer que es incapaz, no deseado, no amado o indeseable. En la medida en que usted persiga la verdad en la Palabra de Dios, comenzará a descubrir lo que Dios dice acerca de su identidad en Cristo. Usted no es incapaz o menos que nadie. ¡Usted es amado y apreciado, dotado con dones y un gran potencial! Es hora de creerlo y comenzar a actuar sobre su verdadera identidad, permitiendo que el Espíritu Santo le ayude a desarrollar su potencial.
Incluso si se siente extraño al principio, comience a declarar la verdad en voz alta y actúe en consecuencia. Asegúrese de usar la sabiduría; usted no puede ignorar sus problemas, arrojar todos sus medicamentos o comenzar a gastar como si tuviera millones. Pero usted si puede comenzar a vivir su vida con su verdadera identidad en mente mientras persigue sus sueños.
La verdad es que usted es bendecido y sano, completo y protegido, lleno de alegría y paz. ¡Usted es amado inconmensurablemente y Dios tiene buenos planes para su vida! Viva su vida con esto en mente. Actúe con fe, abandone su zona de confort y observe cómo su experiencia comienza a alinearse con la verdad.