Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos. Romanos 10:4 (DHH)
Cuando se trata de nuestras relaciones, necesitamos aprender a caminar en las bendiciones de Dios, para ser conscientes de su capacidad que fluye a través de nosotros, y esta capacidad no es algo que ganemos a través de nuestras acciones. Tampoco es el resultado de nuestra inteligencia. Simplemente necesitamos aprender a creer en la gracia de Dios, su asombroso poder y habilidad que él coloca dentro de cada uno de sus hijos.
Como mencionamos ayer, la razón por la cual el poder y la capacidad de Dios están dentro de cada creyente es porque Jesús nos ha hecho justos con Dios. El versículo de hoy dice que Jesús es el fin de la ley para que haya justicia para todo aquel que cree.
El hecho es que como creyente, usted es amado, usted es significativo, y usted es atesorado por Dios, y crecer en este conocimiento es increíblemente importante para sus relaciones.
Si usted no consigue que su necesidad de amor incondicional sea satisfecha por su Padre Dios, habrá la posibilidad de que usted trate de buscarlo en sus relaciones. Usted colocará expectativas poco realistas en su familia y amigos, porque nunca podrán amarlo lo suficiente para reemplazar la necesidad que usted tiene de ser amado por Dios.
Pero si usted estudia la Palabra de Dios, descubrirá que Dios está derramando su amor increíble, incondicional e ilimitado sobre usted en este momento, y él siempre lo hará. Cuanto más usted crezca en su comprensión de cuan amado usted es, más amor usted tendrá para dar a aquellos que lo rodean, y mejores serán sus relaciones.