Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mi han aprendido, recibido y oído y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
Filipenses 4: 8-9
“Estoy muy estresado.” Es difícil pasar un día sin escuchar esta frase al menos una vez, especialmente en esta época del año. Pero, ¿se supone que el estrés es tan común en nuestras vidas? ¿El estrés es normal?
En realidad, el estrés no siempre es una mala cosa. Cuando usted está en peligro o se enfrenta a un desafío, su ritmo cardíaco aumenta y la adrenalina se bombea a los músculos para que usted esté listo para la acción. Esta respuesta física puede ser exactamente lo que usted necesita cuando está siendo perseguido por un Doberman, pero el tipo de ansiedad crónica, el bajo grado de ansiedad no le beneficia en absoluto.
Usted puede asumir que sólo tiene que aceptar ese sentimiento de ansiedad sobre su lista de tareas pendientes, pero usted no lo hace. Y usted puede pensar que es normal sentirse preocupado por su trabajo o por sus finanzas, pero no tiene que ser así. Usted puede experimentar paz.
Tendemos a caer en la mentira de que el estrés está fuera de nuestro control. La verdad es que, a menudo un poco de mejor planificación, gestión del tiempo o un cambio de enfoque podría ahorrarnos mucho estrés. Pero incluso cuando la fuente de nuestro estrés está completamente fuera de nuestras manos, tenemos más control de lo que pensamos. Siempre podemos elegir nuestra reacción. ¡Podemos elegir tener paz!
Durante los próximos días, vamos a hablar sobre cómo caminar en la paz que Jesús pone a nuestra disposición. Hoy, elija su enfoque cuidadosamente. Nuestro versículo dice que usted puede centrarse en cosas buenas y caminar en paz.